Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo, recuerdo los primeros días, y los primeros meses el agotamiento hacía que el tiempo fuera eterno, no había mucha diferencia entre el día y la noche, porque nos despertábamos muy seguido, cada dos o tres horas al principio y no estaba acostumbrada a esa rutina de sueño, y se hace agotador, pero la felicidad es inmensa.
Ahora que ya está próximo a dar sus primeros pasos solito, parece que hubiera sido ayer que lo tenía con un brazo y dormía cada vez que tomaba el pecho.
Mucho nos dicen, muchos aconsejan, y terminan siendo consejos cuasi morales, de lo que está bien, lo que está mal, y cada bebé es único y cada padre y madre son únicos con ese hijo. Y ese hijo único para nosotros.
Te amo tanto hijo. Me alegra verte crecer, pero qué hermosos son los bebés.
Luna
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